Esta es la gran pregunta que se hacen muchas novias, ¿qué haré con el ramo durante la boda? Pero antes de contestarla vamos a conocer algunas curiosidades sobre el ramo de novia, como su tamaño o la forma en la que se debe de sujetar para que se vea bonito. Todo según los expertos en protocolo que se encargan de este tipo de consejos para que las novias se vean siempre radiantes y bonitas.

El tamaño del ramo

Al elegir el ramo el tamaño importa. Dicen los especialistas que el ramo no debe de superar la medida de la cintura de la novia. No hay por qué ir con un metro para comprobarlo, pero es una buena referencia para encargarlo y no encontrarse con un ramo excesivamente voluminoso para una chica menuda o demasiado pequeño para una chica con más cuerpo.

Los ramos redondeados son muy bonitos, pero tienen que tener un volumen razonable, de lo contrario podría parecer que la novia lleva un pompón en lugar de flores y verse excesivamente pasado de moda.

La forma de sujetarlo

Muchas novias no saben como llevar el ramo y es normal, no es algo que se haga todos los días. Por eso, está bien recibir algunos consejos de protocolo respecto a ello. Hay que procurar actuar con normalidad, pero no se puede llevar el ramo elevado, como si se tratar de una copa con la que se brinda, porque queda muy feo. Tampoco se debe de llevar con el brazo colgando a un lado del cuerpo, ya que se vería descuidado.

Si no encuentras la forma de hacerlo sigue la recomendación de sujetarlo solo con una mano y dejar que esta se coloque más o menos a la altura del ombligo. Es la forma más natural y bonita de llevarlo y también la manera de que mejor se vea y luzca.

Dónde no dejarlo jamás

El ramo jamás se debe de dejar en el suelo. Es algo que muchas novias hacen de forma instintiva cuando tiene que ponerse en el reclinatorio durante la ceremonia religiosa. Al estar arrodilladas y querer juntar las manos para la oración, sienten que el ramo molesta y lo dejan sobre el suelo, creando un efecto muy feo. Además, se corre el riesgo de olvidarse de cogerlo y ponerse de pie sin el ramo, teniendo que agacharse para recuperarlo, lo que tampoco queda nada bien.

Tampoco se debe de dejar sobre el banco ni sobre el altillo del altar, algo que en alguna ocasión se ha visto fruto de los nervios y que queda muy mal no solo de cara a los que están presentes, sino también en el vídeo que se pueda estar realizando de la ceremonia. Para evitar estos descuidos lo mejor es llevar bien estudiado cómo se va actuar.

Dónde sí dejarlo

El protocolo marca que la novia solo puede dejar el ramo cuando se celebra el intercambio de las alianzas ya que necesitará ambas manos para ello. En ese momento debe de sujetarlo la persona que está a su derecha, generalmente el padrino o un testigo.

También puede dejar el ramo sobre su regazo durante las partes de la ceremonia en las que permanezca sentada, si es que lo hace en algún momento. El resto del tiempo siempre tiene que sujetarlo.

Cuando se firman los papeles del enlace, el ramo debe de estar sobre la mesa, delante de los documentos, para que de esta manera salga en las fotos en un primer plano, quedando muy bonito como protagonista del momento.

¿Para qué están las amigas?

Aunque el protocolo marca que el ramo debe de sujetarlo el padre de la novia o el testigo durante el intercambio de los anillos, lo cierto es que un hombre con un ramo de flores no queda demasiado bien en las fotos. Por eso, muchas novias deciden que sea una de sus damas de honor, si las tiene, o una amiga, en caso contrario, quienes sujeten el ramo durante ese momento.

Para eso, solo tendrán que acercarse de manera muy discreta a la novia en el momento previamente establecido, sujetar el ramo y volver a su sitio. También en un momento previamente fijado que la novia puede señalarle discretamente, la amiga devolverá el ramo a la novia para que prosiga la ceremonia.

Aunque pueda ser una tentación tocar el ramo durante la comida, no se debe de hacer, ya que si todo el mundo se acerca a verlo y lo toca acabará ajado antes de que acabe el día. No sería mala idea prever la situación y contar con un jarrón adecuado para poder tener el ramo en agua cuando no tenga que salir en las fotos y que así se mantenga muy fresco.

¡ Quiero mi ramo de novia !